5.8.10

bramido aburrido en el templo templado

—Deja de verte el ombligo, gritaron los pies,
pero las torres de marfil no tienen eco
y siguió contando astros, explosiones primarias y lunas

luna lunera cascabelera


Ahhhh… el bing bang boom, dijeron los pies.
No, no insista que la torre de marfil es sorda.

Esa tarde comimos pescado, ya sabe, con el Juicio
¿Girondo junto a Baudelaire en la misma pared?

Sagrado oficio este de empacar patos chanchos
en papel crepé, le digo.
Nooooo, no, no, no, gritó el abate.
Eso es tarea del monaguillo
Lo mío es grande:
criarlos
venderlos
llevarlos al mercado.
Clase básica de poesía económica de Sullo a Sullo:
cobrar caro por los patos chanchos
y un pago módico por el lunar de ella, la bella, la estrella
más brillante que la R136-a, largas sus piernas
con ocho lados pulidos.

Stop que es la hora de orar a Saint Thomas

Yo prefiero al buitre blanco
en su sala de gatos adoptados, dijeron los pies,
al eterno exiliado del templo sagrado

Y a usted, ni en la sala de los gatos,
ni en los zapatos.

Gorda es mi panza, digna de alabanza
y pierda la esperanza de su añoranza 

Entrar al templo no es necesario
si basta y sobra un suelo patrio
                                          matrio
                                             atrio
                                       batracio

dijeron en coro
dos pasos y un coronel

porque ya no hay santos
en el templo santo
santo mocarro cabeza de jarro

ORIGEN

redondos
se nos fueron
poniendo los sueños
los marcos de las puertas
las lluvias gordas de octubre
el techo sofocante de marzo
las bolsas de mango celeque
oliendo a piedras y a barro
rotando la mesa redonda
la almohada redonda
la vida tres veces
con su círculo
girándonos
adentro